El " Petit Pigalle " marcó una época de la que a mi me tocó vivir el final y que ahora recuerdo casi como el paraíso perdido. Quién podía haber pensado en aquel momento el giro que con el tiempo se iba a dar. Estaba prácticamente abarrotado a diario con público mayormente extranjero, una gran foto de la reina inglesa presidía el salón a modo de amuleto protector contra las redadas ya que los guiris eran mucho mas respetados que los nativos.
"La Patata" trabajaba en el local de fregavasos, suele ser el destino de las personas poco agraciadas físicamente trabajar fuera de la vista del público, y le sucedió que cruzando una calle fué atropellado por un coche y despertó varios días después en un hospital. Cuando contaba lo sucedido se lamentaba de haberse despertado " del accidente no me enteré de nada, con lo bien que estaba muerta y tuve que volver a abrir los ojos y vuelta a empezar con el trabajo, los problemas..." Ahora está ya disfrutando del descanso anhelado.
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