Figapacola en Apuntadores
Los grupos de Creatividad en Acción son de siete personas. Este número permite que una reunión transcurra como una conversación. Un número mayor implica que el que se dirige a todos lo haga como si diese un discurso, lo que lo carga de formalidad y falta de espontaneidad. Un grupo más pequeño robaría independencia individual y obviamente reduciría las aportaciones a ideas e iniciativas. Al ser impar, el siete impide la división del grupo en parejas y los empates, y aunque las decisiones y responsabilizarse de ellas corresponde al responsable del grupo, puede así contar con el respaldo moral de que las decisiones cuentan con una mayoría.
La principal tarea del responsable es salvaguardar la armonía dentro del grupo y si ve que ya no goza de su confianza o si él mismo no se siente capacitado o considera que otro miembro es más apto debe presentar su renuncia, lo mismo se refiere a sin un miembro ve que no encaja en el grupo, no debe esperar a ser expulsado, él mismo debe pedir pasar a otro. Será el responsable del segundo nivel quien se encargue de su recolocación.
Taule se quedó fascinado por la funcionalidad de este tipo de organización único en el que no hay escalafón y los responsables son siempre elegidos desde la base y cualquiera puede pasar de abajo directamente a arriba del todo, añadir a ello la total independencia de los grupos de CenA, al mismo tiempo beneficiándose del conjunto de CC.
Lo que más le gustó fue que todo se basaba en una practicidad en busca de la eficacia y promover a los líderes naturales y la creatividad individual.
Al ver la perfecta conjugación de un grupo de CenA con los encuentros y el asesoramiento decidió ponerse a reclutar a sus integrantes. Aquí tenemos la génesis del grupo La Oveja Negra.
Dos son los requisitos básicos que hacen viable un grupo de CenA. La compatibilidad natural entre sus participantes y la armonía de su relación.
La compatibilidad interpersonal es algo que se da o no se da, podemos decir que se trata de algo independiente de la voluntad del individuo. La armonía en la relación tiene su base en esta compatibilidad pero incorpora el elemento de la voluntariedad, por lo que podemos decir que conseguirla es un logro.
Según se fueron conociendo vieron que estos requisitos se daban y el detonante final salió de la boca de Plotina en el transcurso de un encuentro:
- Como hemos aprendido un grupo de Creatividad en Acción se debe marcar objetivos, pero formar un grupo ya es un gran resultado en sí mismo. Cuentas con este grupo que te apoya y que cada día se hace más sólido y compenetrado, tienes quehaceres y metas comunes. Inauguras una nueva vida con nuevas ilusiones y además no se trata de un casamiento ni de entrar en una secta, te vas cuando quieres dando la mano y también se puede pedir que se vaya a quien no sepa estar. Sólo necesitamos la voluntad de cooperar, de llevarnos bien y respetarnos.
Un gran aplauso siguió a las palabras de Plotina y seguidamente se decidió formar el grupo, se nombró a Taule su responsable y como primer objetivo se marcó el tener su propio local para sus encuentros y actividades.
La mañana siguiente no amaneció para ellos como un día más. Un fuego se había encendido, una nueva idea, un nuevo proyecto iluminaba sus vidas. Inspiraciones inimaginables podrían surgirles a través de la técnica de la tormenta de ideas.
Habían despertado el ancestro sentido de unión tribal y del placer de la caza y el festín.
Se pusieron manos a la obra en perfeccionar sus labores de asesoramiento y ampliar el número de locales en los que atendían. También hicieron campaña para tener más participantes en los encuentros del Toroldo Fan Club y comenzaron a diseñar el plan de viabilidad de su franquicia.
Del libro Figapacola en Apuntadores. Pasa a la acción