Sigue el relato CreATor Club en Antroom
Nuestros protagonistas pasan a intercambiar opiniones sobre lo dicho por Mas Kara y hacen planes de futuro. La conversación dura más de una hora y como ya se acerca el anochecer, L.A. Carima propone levantar la sesión ya que dice se acerca lo que llama la hora buena para pescar calamares, momento ideal para estar en Sa Taulera... de pesca.
Ya desde el mismo momento de conocerse Afecta ha mostrado gran interés por Ombra y le propone ir a su casa y continuar hablando de su proyecto que le ha interesado enormemente; en realidad lo que Afecta desea es que Ombra le haga unas prácticas de Progplema.
Mientras en el bar el reseñado encuentro tenía lugar han procurado hablar en un tono de voz conveniente para no ser oídos por sus vecinos de mesa, todo lo contrario que ellos que hablaban en voz alta y así se han enterado de todo lo que decían y que les ha dejado perplejos. De esta conversación destacaremos:
Tres de los cinco participantes han declarado ser "love victims" de tercera clase, la más benigna, y su consecuencia más notoria es que el mundo cuenta ahora con una nueva "soltera alegre".
Uno lleva unos días sin poder ir al gimnasio, lo que le está provocando lo que podríamos llamar "nogimnasfobia".
Dos han estado explicando su flamante dieta híbrida.
Otro ha decidido, para evitar los caminos de perdición a los que le lleva el mundo, hacer durante dos meses lo que ha llamado "un suicidio social".
Y como más sobresaliente tenemos la intervención de quien se hace llamar Facol y que por lo visto se dedica a enseñar un Curso De Reparacion Smartphones Y Tablets; por su interés reproducimos sus palabras.
- Es la segunda vez que tengo problemas con una compañía telefónica y en ambas ocasiones, y con empresas distintas, estando la razón de mi parte; el ver como tratan a sus clientes me ha llevado a unas reflexiones: pasan completamente del cliente y no muestran el mínimo interés en atenderlo y conservarlo, lo que a mi juicio demuestra que en realidad al oligopolio que domina el negocio le da igual que estés en una compañía que otra y que su supuesta competencia es una ficción. Se puede comparar, como ejemplo, al caso del fútbol, en el que a la industria le da igual que seas de un equipo o de otro o que un equipo gane o pierda; o de la política, en donde tampoco importa si eres de tal o cual facción; en todos los casos lo único que les importa es que participes, que seas cliente. Lo mejor del asunto es que, a un nivel, la competitividad de la que participas es real, los partidos de fútbol son auténticos y no están amañados, las elecciones son limpias y sin fraudes, y esto es así porque el resultado no les importa, les da igual quien gane o pierda.
- El oligopolio, siendo en realidad lo mismo, les ofrece grandes ventajas frente al monopolio y una de ellas, y no la menor por cierto, consiste en canalizar y actuar de secante del descontento; que te enfadas con una compañía, te puedes ir a otra; que te defraudas de un partido, te puedes pasar a otro. Y con este espejismo de cambio te contentan.
- ¿Estás inerme frente a este manejo? Para nada, en última instancia el poder sobre ti mismo lo tienes tú y si no te dejas, nadie te lo puede quitar. Traducido esto a la práctica significa saber actuar correctamente en beneficio de tus intereses.
- En el caso de las telefónicas, ya que eres cliente cautivo y no puedes prescindir de sus servicios, la mejor opción es ser cliente de prepago. Si eres cliente de contrato te puede caer una desagradable sorpresa; a un amigo le vino una enorme factura porque sin darse cuenta se había apuntado a un servicio premium. Si como en mi caso, el error es de ellos, te harán pasar por el aro sin que tus razones les importen; si no pagas una factura equivocada, un robot te molestará cada día y si insistes en no pagar lo que no debes te pondrán en el listado de morosos, lo que significa tu muerte financiera. El absurdo de ser cliente de contrato lo comparo con el absurdo que resulta nacer para un creyente; al no nacido no le puede pasar nada, pero el hecho de nacer lo pone ante la altísima probabilidad de pasar la eternidad futura en las llamas y espantosos tormentos del infierno. ¿A quién podría esto interesar a cambio de una supuesta ventaja?
- Tampoco debes permitir nunca que tus sentimientos te hagan actuar en contra de tus intereses así como no debes dejar que un abuso que se te haya causado quede impune. Si quien va a hacer una felonía sabe que le traerá consecuencias se lo pensará dos veces y por contra dejar una cometida en la impunidad estimulará cometer otras.
- Supongamos que en un bar te hacen una pirula. Si el local no te interesa simplemente deja de ir; si te interesa este sitio y dejas de ir te estarás castigando más a ti que a ellos, en este caso lo conveniente para ti es seguir yendo aunque reduciendo al mínimo tu gasto. Si esta forma de proceder fuese común bien se guardaría el dueño del negocio de hacer lo que no debe.
- Y por último hay que saber que la mejor arma contra las tomaduras de pelo es el humor, la coña marinera, mediante la alteración de las palabras que son usadas para este fin. Como ejercicio propongo usar fala como prefijo para crear palabras convenientes; fala viene de falacia, que es un engaño malintencionado. Para el caso de la falacia de la competencia la palabra podría ser "falatencia", para un mito falaz "falamito" y para un régimen falaz "falacracia".
- Al final del régimen anterior, hasta donde llega mi memoria, diariamente aparecían chistes que lo ridiculizaban y su obsolescencia la podríamos situar cuando uno de sus principales mitos fue modificado en su última palabra que quedó en "una, grande y gorda".