Yo Blediano
sábado, 30 de noviembre de 2013
Spanking Y Otras prácticas Light Que Resucitarán Tu Vida Sexual
SPANKING
Ya lo dijo Jean Pierre Enard, “el azote es el mayor homenaje que se puede rendir a la más digna, más refinada y más generosa parte de la mujer: las nalgas”. Ahí van unos pequeños consejos para zurrar con fundamento:
1. Viste a la chica de colegiala. Así la transportarás a sus años mozos, cuando la señorita Rottenmeier le daba un cachete si era mala.
2. Ponla sobre tus rodillas. Si pesa más de 80 kilos, mejor deposítala en la cama, con un almohadón bajo el vientre para elevar salva sea la parte.
3. Empieza suave. Tienes entre manos unas posaderas, no un tambor. Así que trátalas como tal. Propínales golpes secos, a mano abierta, que suenen ¡plas! y escuezan con moderación.
4. Cambia el ritmo. Según vayan calentándose sus nalgas, pega más rápido. Luego para. Dale cinco azotes seguidos más cortos, otro duro, acaricia un poco para aliviar... La idea es variar, para que el culo no se acostumbre y su dueña se divierta.
5. Si se te cansa la mano puedes coger una zapatilla, una raqueta de ping pong, un cepillo del pelo o una vara inglesa. También puedes echarle cera (véase JUEGOS CON VELAS).
6. Culmina. Tras la azotaina, su culo estará ardiendo. Ahora ya es menester practicar lo que los sadomasoquistas llaman “sexo vainilla”. O sea, el viejo coito de toda la vida.
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