Guerra, lucha, enfrentamiento, conflicto, rivalidad, discusión, divergencia, desafío, son distintas intensidades de la misma cosa, que debe coexistir con la cooperación para que la convivencia sea posible.
Esta confrontación es nuetro estado natural y cuando no existe se inventa y es también la primera arma de la manipulación que quiere establecer que es bueno o malo.
La política y la competición deportiva son los grandes campos de rivalidad ficticia y que generan grandes réditos al poder y al dinero y se aprovechan del hecho de que aparece la divergencia cuando se plantea cualquier cuestión por banal que sea.
La guerra, en cualquiera de sus intensidades, surge cuando se unen dos o más personas y resultará una fuerza positiva o negativa según el uso que se haga.
No caigas en la trampa de los enfrentamientos ficticios que buscan manipularte y/o limpiarte la cartera.
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