Yo Blediano

sábado, 13 de junio de 2015

Quién no S-putina


El 1 de Julio de 6969, nos hace saber Toroldo, se va a cerrar la última cárcel del mundo que se mantenía para reclusos de gran agresividad y no podían disfrutar de otros sistemas de cumplimiento de pena que detallaremos en otros capítulos.
Este logro ha sido posible gracias a un descubrimiento del Dr. Delay, famoso por también descubrir la crema retardante de tres horas que permite penetrar adecuadamente todos los orificios.
El avance consiste en un brazalete que libera constantemente una droga que anula por completo toda pulsión violenta. El efecto secundario de dicha droga, a los que se les administra no saben decir no, ha causado gran debate dividiendo a la opinión pública en fervorosos partidarios ¿esperan beneficiarse? e iracundos detractores.
Argumentan los partidarios que no saber decir no es algo que en un momento u otro afecta a casi todo el mundo, especialmente de madrugada y recuerdan que en el pasado una madre se hizo famosa defendiendo a su hija diciendo que no era putilla sino que no sabía decir no.
Este debate ha devenido en los espectaculares eventos que detallamos.
En un coloquio del programa de televisión Basura al Cubo al que Spurinna acudía para hablar de sus poderes de videncia y en donde afirmó que podía actuar en el pasado y que había prevenido a Julio César con la célebre frase "Guárdate de los idus de marzo" Eusapia sacó el tema de la droga mentada y llamó retrasado al Dr. Delay, el coloquio se incendió y Eusapia siempre ocurrente le dijo al Profesor Martyny que su subconsciente le traicionaba y que su verdadero nombre debía ser maritrini. Como Spurinna dijó que prácticamente nunca sabía decir no, Eusapia le aconsejó cambiar su nombre por Sputina. Al oir esto Kneeling Marmon, cuyo nombre también había sido pasto de la malignidad de Eusapia, en un arrebato de solidaridad se levantó y dijo: Yo también soy Sputina. La frase se convirtió inmediatamente en trending topicquísimo y en segundos estaba en los labios de todo quisqui en los cuatro puntos cardinales.
A Spurinna se le encendió la bombilla y a los pocos días ya ponía a la venta unas T-Shirts de color rojo con un rombo blanco y letras negras por ambos lados que en el frontal ponía Quién no y en la espalda S-putina.
El éxito fue arrollador y en las calles de todo el mundo se veían mareas rojas, en el pasado llamadas hordas rojas, y acto seguido Spurinna puso en venta toda de objetos con la célebre frase en lo que constituyó la mayor explosión de merchandising de la historia.
En estos momentos Spurinna está preparando poner su marca en todo lo imaginable: perfumes, zapatos, cremas dilatantes y para los hongos y condilomas, poppers, consoladores bisex caninos y felinos...
El fenómeno es de tal magnitud que los sociólogos no saben a que atenerse. Unos dicen que lucir Quién no S-putina es una manera de decir atácame y otros que así se muestra el arrepentimiento que suele seguir al no saber decir no. Arrepentimiento que para muchos representa el auténtico placer de no saber decir no.

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