La farsa de Jili Poleli
Una sonrisa de satisfacción se le dibuja en el rostro al recordar que Publicola, una persona que no conocía de nada, le echó veintitrés años y cuando le dijo con un susurro cómplice a Canuto - cinco kilos menos y pareceré de diecinueve -
Este ejemplo nos muestra con que facilidad, en este caso con la vanidad como motor, podemos aceptar que nos hagan creer que nuestros sueños, deseos o ideas son algo más que fantasías.
Jili Poleli vive del cuento y de la farsa, a ínfima escala tanto en arte como en resultados comparando con la gloriosa saga precedente de la que destacamos sublimes figuras como Pacho, de Canales, la falsa Conda, Metias y la genialidad suprema de la Coneja cuyas aventuras superan la imaginación; gastaba a manos llenas el producto de sus fechorías y los negocios beneficiarios de su munificencia acababan convertidos en sus nuevas víctimas.
A principios del invierno Jili Poleli se quedó sin blanca y para justificar no consumir en los bares, o pedir agua, se inventó lo de la rigurosa dieta. Algo de forzada dieta también habría y así según iba contando sus enormes sacrificios, voluntarios por supuesto, su público, cómplice, no solamente aplaudía sus éxitos de adelgazamiento sino que agregó el rejuvenecimiento.
- Basta, basta de adelgazar, le soltó el dueño de un bar lleno de sus conocidos con la aquiescencia general... y el caso es que Jili Poleli estaba exactamente igual.
Su suerte parece haber cambiado con el descubrimiento de los encuentros del Club A. Los temas de esoterismo son los que mejor le encajan y así ha estrechado relaciones con Chichí Brida que a su vez le ha presentado a un montón de gente.
Extraño personaje, piensa Jili Poleli, me dijo "veo quien eres y conmigo no hace falta que te montes cuentos aunque no me importa que lo hagas si te hace sentir bien. Soy de la opinión que el mayor responsable de que le tomen el pelo es uno mismo, aunque sobre esto se podría hacer un largo debate. ¿Cómo sería el mundo si nadie, o sólo un diez por ciento, no se dejase tomar el pelo?.
Creo que podemos hacer cosas en común que nos beneficiarán, empieza por hacer este Curso de Tarot de Marsella gratis"
La técnica de Jili Poleli para ir por la vida de rico y engatusar consiste en mostrar con gran misterio unos pagarés que tiene que cobrar en un futuro algo lejano y que da a entender, sin especificar, que proceden de operaciones oscuras.
Lleva meses sin pagar la habitación que tiene alquilada en casa de Miss Leder y como garantía ha entregado uno de esos pagarés, por un importe muy superior a su deuda, lo que le da unos meses por delante sin tener que preocuparse en donde vivir.
En la casa, además de la pareja e hijos de Miss Leder, hay otra persona realquilada, Lin Gatete, a quien, sin éxito, Jili Poleli intento enredar y de quien recibe siempre que se tercia la generosa invitación a comer un menú, generalmente en el bar La Torre del carrer Manacor. Como ya podemos imaginar esta desprendida persona ignora que Jili Poleli está a dieta rigurosa.
Lin Gatete se gana bien la vida con la compra venta de opciones y acciones y dando clases de Cómo invertir en Bolsa y en Opciones.
Sigue el relato CreATor Club en Antroom
No hay comentarios:
Publicar un comentario