Yo Blediano

sábado, 8 de septiembre de 2018

Redemptorum with Fun

Sechs - Me comentó Liti Püttys que un servicio que ahora está en auge entre las prostis de lujo es el sado-maso religioso. La sesión consiste, por lo general, en que la chica se viste de monja sexy y el cliente de rodillas y de forma histérica se arrepiente a voces de sus pecados mientras ella le recrimina y le humilla. Las modalidades deben ser muchas pero la tónica es que no haya contacto físico, algo que no es de extrañar ya que como vemos en los actos colectivos de los cultos con el arrepentimiento se consigue una embriaguez hasta el paroxismo.
Puede parecer que esto es cosa de cuatro frikis y seguramente no son muchos quienes usan estos servicios, pero el arrepentimiento sí lo vemos florecer a nuestro alrededor. Su día por excelencia es el lunes ¡cuántos arrepentimientos no provocan los fines de semana! Septiembre es conocido como el mes de los buenos propósitos, mes en que los gimnasios hacen su agosto, aunque su cénit es el día de año nuevo.
Si para sesiones fuertes se usan a estas "monjitas" es porque a nadie más se puede recurrir para tal menester en un formato deseable. Este hecho me ha hecho ver, por un lado, que las sesiones de arrepentimiento en nuestro tiempo deben ir enmarcadas de informalidad y diversión, lejos de la solemnidad y las amenazas de castigos ultra terrenos hoy obsoletos, y por otra, que al existir gran demanda insatisfecha puede tratarse de una productiva actividad.
De ahí se me ha ocurrido que se podría explotar lo que se podría definir como "turismo de redención". Un turismo de calidad, en las antípodas del grosero, denostado e indeseado turismo de jolgorio. Se trataría de habilitar un local grande, en una zona altamente turística, que tuviese diferentes zonas con distintas ofertas adaptadas a los gustos de los clientes, los cuales se sentirían desinhibidos al encontrarse lejos de miradas inquisitoriales de conocidos.
Se podría comenzar en temporada baja alquilando un local que por este motivo estuviese cerrado. Ideal sería Megapark, tanto por su tamaño como por su estética exterior, aunque cualquiera adecuado serviría.
El turismo de redención puede ser el talismán de la, por lustros, soñada desestacionalización.

Neun - ¡Un aplauso! Las testas reprimidas necesitan estallidos y flagelaciones con que desahogarse y casi me atrevería a decir que su más deseado placer consiste en el sufrimiento que acompaña la expiación del sentimiento de culpa. Nada produce más aplausos que la auto vanagloria de la oveja redimida que ha sabido llevar a buen fin la salvación.
El anhelado turista cultural no se convierte en cliente ya que para el que viaja para conocer no tiene sentido repetir visita a un lugar habiendo sinfín de destinos que descubrir y que una vida no puede abarcar, e incluso puede que los que menos le interesen sean precisamente los destinos populares, en cambio el turista penitente sí se puede fidelizar si se le ofrece lo que le interesa.
Te sugiero un nombre para tu emprendimiento, en línea con la confusión de lenguas tan en boga: Redemptorum with Fun y en alemán, Redemptorum durch Spass. En realidad nada nuevo, en el pasado hubo sacerdotisas que hoy consideraríamos unas frescas y cuyos servicios escandalizarían. En tu local también deberías dar cursos, abiertos por supuesto a los hombres, para formar monjizorras; Nunzorris International Academy podría llamarse, la profesionalidad en todo es necesaria.

Diálogos del Toroldo Fan Club tomando un café en www.iniciatives.net/antroom


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