Yo Blediano

viernes, 14 de septiembre de 2018

Tiro en el pie

Sechs - Se que me dirás que sufro de "moniquismo" pero no puedo evitar indignarme cuando me encuentro con cosas tales como que me siento en el bus y el vecino sigue espatarrado sin molestarse en poner las piernas en su sitio; cuando quedo con alguien y llega tarde aunque sea uno-una que se que siempre es impuntual; cuando leo u oigo según que noticias o comentarios. Cuando me hacen ofensas no puedo evitar reaccionar y para terminar, cuando me cuentan trolas, si no contesto, me siento como un tonto al que piensan que es fácil tomarle el pelo. Ya se que Toroldo defiende la mentira, pero me da igual. Venga, dime la tuya aunque ya se que no estaremos de acuerdo.

Neun - Está claro que no has comprendido nada si crees que Toroldo defiende la mentira en el sentido que tu la entiendes pero esto ya lo hablaremos otro día con tiempo. En cuanto a tu moniquismo puede que el indignarte o buscar conflictos sea para ti una forma de placer, de sentirte alguien, de desahogo o fruto de cualquier otra ridiculez. Esperemos que no.
El trolero no es propiamente un mentiroso, es más bien un fantasioso que cuenta mentiras para su vanagloria,no para engañar. Cuando alguien te cuenta una mentira y no se da cuenta de que no te la has creído en realidad es él el engañado, por tanto tu ego puede estar satisfecho aunque te quedes callado.
En el caso de mentiras, impertinencias y ofensas que se te hagan tú sólo tienes pleno control sobre la parte que a ti te afecta, no sobre lo que hace el otro. En última instancia de ti depende evitar ser engañado y en cuanto a impertinencias y ofensas tú decides como las quieres interpretar y si quieres o no o en que medida sentirte afectado. Hay que aprender a manejar la fuerza y como nos muestra, por ejemplo, el arco en la arquitectura, un pequeño cambio la redirige por completo.
Me contaba hace unos días un joven que cuando sale por el mundo siempre acababa teniendo conflictos y hasta peleas debido a ser víctima de ofensas. Esta extremada y susceptible dignidad y esta poca habilidad para resolver conflictos es fruto de una tonta soberbia o vanidad, de un estúpido sentido de importancia intocable.
Filosofando un poco te diré que todos vivimos en una pequeña tribu, aunque vivas en una gran ciudad, y tu tribu te pasará factura si te comportas de forma incorrecta, irrespetuosa o impertinente. Puede que estos comportamientos te produzcan el placer de sentirte por encima de los demás pero las consecuencias serán graves ya que conllevarán la pérdida de consideración y estima con su extenso corolario de efectos negativos y hasta fatales.
Si no sabes estar en tu sitio te estás pegando un tiro en el pie.

Diálogos del Toroldo Fan Club tomando un café en www.iniciatives.net/antroom

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