Tomando una caña con tapa en la terraza de La Sepia, Bicocca reflexiona, difícil resulta entender lo que nada nos dice y que sin embargo para otros puede ser hasta extremadamente motivador o proveedor de inéditas experiencias: ser espectador de una competición, viajar a la India o a lugares solitarios o calificados de Paraíso...; muy valorados resultan lugares que supuestamente ofrecen inédita tranquilidad, como si pudiese haber mayor tranquilidad que estar sólo o muy bien acompañado en una habitación. Recuerdo a un joven para quien el ducharse, decía, le producía un efecto mental de renovación, como de renacimiento, y no podía entender que no a todos le produjera tal emoción. Al parecer todo esto tiene una base neurológica, unos y otros procesamos la información con partes distintas del cerebro y por tanto las conclusiones son diferentes cuando no antagónicas. Esto explicaría muchas cosas, entre ellas las convergencias y divergencias personales, las banderías y la práctica imposibilidad de consensos.
Un libro que leí hace años y que trataba sobre las técnicas de como se ejerce el poder en el día a día, decía que el imponer los protocolos propios de limpieza y pintar las paredes por el color de uno, venía a ser una invasión, una forma de marcar y dominar territorio; una versión humana de las meadas de los perros. Siempre nos acompañan las motivaciones no conscientes.
Estos pensamientos me han venido a cuento, se dice Bicocca, por las noticias que he visto de concentraciones, contraviniendo gravemente la normativa, para contemplar puestas de sol. Veneradores del sol poniente que no del sol naciente. Parece que algo inconsciente hace irresistible para muchos asistir a esos ritos colectivos y que además deben celebrarse en localizaciones determinadas. Los antiguos griegos creían que algunos lugares tenían "temeros", como un algo místico. ¿Algo así notarán los participantes? También parece ser que entran en una especie de arrobamiento, que disfrutan de una suerte de colocón. En la mitología egipcia, Hator simboliza la muerte y resurrección diaria del sol; al igual que nosotros que cada noche morimos, perdemos la consciencia y entramos en un estadio sin tiempo, y la recuperamos al despertar. Algo atávico, un anhelo ignoto, o quien sabe qué, moviliza a esa comunión de fervientes adoradores del Ocaso y por extensión de su Reina, Hator, Diosa de la Maternidad Solar y Señora de Occidente.
Ocurrencias de Bicocca en http://bit.ly/antroom
[NUEVO] Aerb Repelente Ultrasónico de Plagas, mosquitos ultrasónicos portátiles de 10 W, 100% seguro para personas y animales, para ratones, pulgas, mosquitos, cucarachas, hormigas, arañas [No Tóxico]
G - Palma de Mallorca: Hator: Canción Plegaria para Casad@s Oh Divinidad! Oh Divinidad! de la gran cornamenta Corn, Corn, Cornamenta Bendice, bendice, bendice a mi mari...
No hay comentarios:
Publicar un comentario