Yo Blediano

miércoles, 25 de abril de 2018

Marsopa, o de la vanidad


Marsopa, o de la vanidad

"Vi al joven ese que es o era lío tuyo, que con ese bigote parece una marsopa" así nació su mote que hay que decir hacía honor a la verdad. Eso pasó hace años años, en tiempos que llamaremos del "condesado" cuyo espirítu invadió y determinó la vida de Marsopa.
El condesado representaba una particular versión de la vanidad y sus adeptos pretendendían ser de gran clase y abolengo así como querer comportarse con un exquisito refinamiento que con frecuencia resultaba una burda parodia de lo que consideraban aristocrático. El condesado nunca muere pero desde entonces no ha vuelto a alcanzar aquellas cotas.

Las facturas de la vanidad son caras y para Marsopa representaron la ruina para su familia, a la que arrastró a sus primeros emprendimientos guiados no por un sentido empresarial sino para satisfacer sus delirios "condesales" y estos anhelos, al igual que a muchos de la época, lo han acompañado toda la vida.

En una ocasión encontramos unos papeles escritos por Marsopa en los que daba rienda suelta a sus fantasías, se consideraba sublime en todo, gran objeto de admiración sin resquicio de duda, y entre sus aspiraciones estaba la de ser gran duque. Hay que ver hasta donde te puede llevar tu entorno.
El paso de los años le hizo bajar de las nubes y ya en la madurez recibió la llamada del arte. No es que se tratase de una visita de las musas sino que vió en él el medio de realizar su afán condesil de ser glamuroso y que además le permitía fantasear con la idea de seguir siendo admirado cuando estuviese ya en el más allá. Suprema vanidad la de preocuparse del que dirán cuando ya no estés, aunque no todos quienes aspiran a esta trascendencia es por idéntico motivo, como es el caso de los escritores malditos de Sade cuyo afán es seguir siendo causa de tropelías y desvaríos estando en la tumba.

La vanidad, si no se sabe tenerla a raya, es el gran amo interior que dirige nuestras vidas. La esencia del ser vanidoso se basa en el anhelo de importancia, de ser visto por encima, o al menos al mismo nivel, que los demás y paradójicamente esta necesidad convierte al vanidoso en siervo del dictamen ajeno y facilmente lo precipita a esa pobreza destructiva que es la envidia.
Consecuencia del querer sentirse importante, y orgulloso que no digno, es la susceptibilidad a la ofensa y así el vanidoso vive en una alerta constante ante todo atisbo de supuestas faltas de respeto, convirtiéndolo en fácil víctima del desasosiego y de la ira.

La antropogénesis implica el dominio y manejo por parte del entendimiento y de la inteligencia de los instintos y pulsiones básicos, no su demonización, anulación ni represión como pretenden las morales para sus fines, sino para canalizar su fuerza. La labor del discernimiento tiene que ser la de saber establecer que es óptimo y útil y que es imbecilidad o ridiculez.

En esta narración imaginaria y con personajes, por supuesto totalmente ficticios, además de la exposición anterior tenemos el diálogo entre Joy Tapu y Na Fu Fa, encuentro entre ellos resultado de la idea de emprendimiento que este último planteó y que pasarán a tratar. Fu quiere conocer la opinión de Joy.

Fu.- Te extenderé lo que te he explicado bevemente por teléfono. Biloni Events es un movimiento que pretende enseñar modales elegantes a los bárbaros turistas. El objetivo es reconvertir al turismo basura, labor que parece más factible que intentar reemplazarlo. 
Las "Condesado Lessons" se darían a través de eventos elegantes como cócteles, exposiciones, desfiles de moda y estilismo, degustaciones gastronómicas y actos similares y los voluntarios de Biloni Events aprovecharían dichos eventos para educar sobre los comportamientos groseros que se deben evitar a toda costa. 
Los eventos se financiarían con patrocinadores, que podrían ser marcas, tiendas y los hoteles nos podrían ceder salones gratis habida cuenta que ellos serían los primeros beneficiarios de la reconversión de su clientela. A los asistentes , una vez explicada la finalidad, se les podrían pedir donaciones.También durante los eventos se podrían vender productos tales como pastas típicas y servicios como cortes de pelo, enseñar a maquillarse, etc.

Joy.- Dime Fu Fa ¿qué te mueve, idealismo, ganar dinero o ligar? No te veo con grandes dotes empresariales y aunque todo lo vistes de idealismo, tus últimas ocurrencias que me has contado implican conocer gente interesante desde el punto de vista del sexo, y esta también.

Fu.- ¡Cómo eres! el objetivo es idealista si lo quieres llamar así, conoces mi afán "misionero".

Joy.- Muy bonito, pero creo que la verdad verdadera es otra. En sus tiempos tú también te embebiste del condesado y ahí sigues más que menos. Te encanta ir a lucirte y salir en fotos en eventos culturales gratis con comida y bebida. Por lo que veo eso sería así, más el brillo que te daría estar en la organización y todo sin poner un duro.

Fu.- Todo lo tienes que trivializar con tu cinismo.

Joy.- De cinismo nada, te digo lo que veo. Tú conociste a sa Marsopa, que por lo visto es del mismo palo. Me contaron que Namora dijo una vez "sa Marsopa lo del sexo no lo tiene bien" pues parece que a sus pretensiones de grandeza une un desvarío de los bajos.

Fu.- Considero a sa Marsopa una persona humilde y por lo demás una persona normal.

Joy.- Normal pero más que salida. La pretendida humildad no es más que una pose vanidosa. La humildad, o ausencia de vanidad, como la elegancia tiene que ser indetectable, no tiene que cantar. Cuando se exhiben se tratan de disfraces que buscan resaltar, parecer importante, cosechar aplauso. Además, entregarse a la humildad es tan absurdo como entregarse a la vanidad, dos caras de la misma moneda, dos ridiculeces si no se las sabe tener en su lugar.
Volviendo al emprendimiento, si encuentras quien ponga los medios claro que funcionará. Apelar a la vanidad siempre da buenos resultados y si puedes sacar dinero a los turistas, sácaselo sin miramientos. Si alguien está dispuesto a gastar en vanidades que más da en una que en otra.

Fu.- El objetivo no es ganar dinero sino acabar con el desmadre, con hechos como el mamading.

Joy.- Vaya con la moralina. Lo que tienes que hacer es fundar una liga de la temperancia y reuniros lejos de la juerga, de la que por lo visto abominais, y dejar la fiesta en paz.
El "condesado" es una extravagancia vanidosa y contagiosa. La vanidad anhela a los y a lo que considera importante ya que los ve como un espejo en que reflejarse. Para quien su sentido propio de importancia va desapareciendo todo lo demás deja también de tenerla.
Como nos explica el efecto Veblen los consumos se guían en gran parte para alimentar el sentido de importancia. Si la vanidad bajase un diez por ciento en el mundo sus efectos sobre el comercio, entre otras cosas, equivaldría a un seísmo inimaginable.


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