Yo Blediano

lunes, 28 de septiembre de 2015

Iluminación TOH


Nos hace saber Toroldo que en el año 2369 va a suceder un acontecimiento que dará un giro al mundo cual se tratase de una gran revolución: la Iluminación TOH (palabra pronunciada con una muy suave j al final) que llegará de la mano de Bald Kahlköpfig, al que en este relato llamaremos Bald.
Bald era un ser que vivía bajo la dominación de una Trinidad formada por la Vagancia, el Alcohol y el Sexo por este orden. Trabajaba de cajero y gestor de pagos en una empresa en la que se le tenía la mayor consideración ya que desempeñaba su labor con eficacia y diligencia impecables. Estas cualidades pueden parecer impropias de un adorador de Vagancia pero ahora veremos que no es así y lo que relataremos ya nos da una pista del altísimo destino que esperaba a Bald.
Siendo un adolescente y estando de vacaciones en un destino meridional de sol y playa, bajo los efectos del alcohol como siempre, oyó una frase propia del "seny" de aquella tierra que para él representó una iluminación que marcaría su vida "si debes hacer algo es más fácil y menos trabajoso hacerlo bien que mal" y su instinto vago la grabó de forma indeleble.
Ya que tenía que trabajar para vivir se buscó la ocupación antes mentada, la mejor opción según el creía, y nunca aceptó propuestas de ascensos ni otras complicaciones incompatibles con su ideal de vagancia.

La mejor amiga de Bald era Teterina, una mujer entregada a esoterismos, rituales, ejercicios, espiritualidades y misticismos y a la preparación de toda clase de tés e infusiones que se suponía la mantenían delgada, joven y le proporcionaban subidones con los que esperaba abrir su mente y alcanzar la Iluminación. Todo esto se la traía floja a Bald aunque Teterina no desaprovechaba oportunidad de intentar llevarlo, sin éxito alguno, a su redil, ya que como toda buena creyente hacía apostolado de sus verdades.

Llegado el verano Teterina se fue de viaje espiritual a la India. Durante meses había intentado sin esperanzas persuadir a Bald para que la acompañara. Bald resolvió sus vacaciones como cada año: a última hora fue a su agencia para que le encontrarán la oferta más barata en un destino de sol y playa. El lugar en concreto le era indiferente ya que el turismo no le interesaba, sólo le importaba que corriera el alcohol, el putiferio y la juerga, resultando de ello que una vez en el destino y en su habitual estado etílico no ser plenamente consciente de donde se encontraba.

Después de haber estado toda una mañana en el balneario de la playa enmedio de un grupo de iguales o parecidos y los correspondientes cubos de alcohol se metió en un local que resultó ser una peluquería en la que no había ningún cliente. Dado que sacó la cartera para comprobar sus existencias monetarias, que resultaron abundantes, detalle advertido por el jefe que acto seguido lo agasajó con su mejor sonrisa y lo sentó en un cómodo sillón en donde sin más preámbulos fue invadido por dedos que lo trabajaban por todas partes, excepto la cabeza en donde no había nada que hacer.
Debido al alcohol ingerido y a la sensación que le producían los tocamientos, Bald entró en una especie de sopor o trance y la primera idea que le vino a la cabeza era que estaba siendo víctima de una tomadura de pelo, pensó seguidamente en la frase del sabio anónimo "mentres hi hagi ases hi haurà qui els muntarà" (mientras haya asnos habrá quien los montará), si te toman el pelo es porque te dejas, se dijo. Se le ocurrió traducir literalmente tomadura de pelo al inglés "taking of hair", le gustó la frase que se repitió varias veces, más le gustaron sus iniciales TOH. Empezó a pronunciar TOH en voz alta y cada vez que lo decía descubría una nueva tomadura de pelo, al rato el mundo entero le parecía una enorme e intrincada TOH, una telaraña de tomaduras de pelo.
A los de la peluquería les parecía que se le iba la pinza, sobre todo cuando a las dos horas se levantó y su rostro era el de quien bajaba del Olimpo.
Ya en la calle compró un periódico y lo leyó con otros ojos, desenmascarando las TOH que encontraba, lo mismo le sucedió con las noticias de la televisión y en los días siguientes y ya para siempre con todo lo que le salía al paso.

Ya de regreso se encontró con Teterina para comentar sus respectivos viajes. Teterina, como muchos, parece que viaja como las maletas y no se entera de nada, a pesar de haber estado todo el tiempo de aquí para allá, volver con miles de fotos y una interminable lista de sitios visitados. El resultado de su viaje a la India era la decisión de renunciar al materialismo, tiraría los muebles, desnudaría su casa y dormiría en el suelo, una tontería más pensó Bald, lo mismo que pensó Teterina sobre TOH, ya que ella sólo era motivada por lo supuestamente sublime y elevado.
Como buena mujer a Teterina nunca la abandonaba el sentido práctico y le interesó la propuesta de Bald de que dirigiese una enciclopedia virtual abierta de tomaduras de pelo, TOHpedia, la participación en la enciclopedia sería universal y otorgaría una distinción, el asno empalmado -alegoría del asno que disfruta de que lo monten-, a las personas e instituciones autoras de las mejores tomaduras de pelo.
Sólo una condición puso Teterina, que TOHpedia fuese sin ánimo de lucro, pero resultó que debido a su apoteósico éxito se convirtió en gran negocio lo que permitió a Teterina volverse más loca y a Bald vivir en vacaciones permanentes.

Paralelamente a TOH, Bald había sufrido otra Iluminación. Nada había cambiado en su vida pero sus conocidos le notaban algo diferente sin poder precisar que era, incluso la perspicaz Teterina no pudo saber de que se trataba.
Bald ya no era dominado por su Trinidad formada por la Vagancia, el Alcohol y el Sexo, ahora era él quien la dominaba así como ya no era víctima de tomaduras de pelo.
Su servidumbre había terminado.
Bald Kahlköpfig se había convertido en soberano.

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