Al serle mostradas las plantas al Dr. Von Dumme se le puso una cara tan tan tonta que al indio no le cupo duda de aquella era la señal extraordinaria que confirmaba la Profecía.
El Dr. Von Dumme no podía salir de su atontamiento. Treinta años de viajes, penalidades y sinsabores y una de aquellas plantas la tenía en la mesita de su habitación encima de un tapetito de ganchillo que él mismo había hecho y la misión de la planta era ahuyentar mosquitos. Otra planta la tenía en el baño por su aroma y la tercera era una que le salía en el patio y la arrancaba y le volvía a salir.
Capítulo El Elixir que cambió el Mundo de 6969 Delenda est Imbecillitas
Encuentros todos los viernes del
Toroldo Fan Club
No hay comentarios:
Publicar un comentario